En un clima de fraternal alegría vinieron las diversas representaciones de los grupos participantes, después de viajes largos, para algunos incluso más de un millar de kilómetros, con un gran deseo de asistir a la reunión y, para muchos de ellos volver a reunirse con los dirigentes de otras comunidades no visto desde hace más de uno o dos años ...
Se vivieron momentos de oración y temas de discusión. Comidas compartidas y momentos de animación y entretenimiento se han alternado muy bien y dándole dinamismo al día, con lo que se logró una reunión exitosa y muy profunda, con momentos tanto espirituales, de compromiso personal y comunitario.

Junto con los discípulos de Emaús, caminamos a lo largo del fin de semana, por el encuentro con Jesús hasta nuestro compromiso de ponernos a su servicio como discípulos y misioneros del Evangelio.
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